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 oct. 12, 2023

Intercooperación: ¿competencia o cooperación?

12 de octubre 2023

Superadas las barreras de ser solo una demanda actual del mercado, la intercooperación resurge, llamando la atención sobre la necesidad del autoanálisis de las cooperativas y la urgencia de aplicar este principio de manera efectiva

“Deja de intentar inventar la rueda”. Esta frase sencilla pero a la vez provocadora se ha repetido mucho para infinidad de propósitos y en infinidad de situaciones. Pero, ¿tiene sentido dejar de pensar en lo nuevo en un periodo tan “tumultuoso” de ideas y que sigue a un ritmo frenético de novedades? La respuesta es sí. Ha llegado el momento de aceptar que no hay progreso sin autocrítica. Este es el gran norte de hoy.

Llevando esta línea de pensamiento a un escenario que es fácil de ejemplificar, tenemos esta máxima aplicada en el mercado. La que rige la dirección de los negocios y las demandas de la sociedad. En él, la competencia nunca ha sido mayor. Algunos incluso dicen que cruel. Pero el hecho es que existe y no cambiará. Entonces, ¿qué hacer frente a esto?

Cada vez es más difícil diferenciar los productos y servicios ofrecidos y, por lo tanto, la capacidad de asumir riesgos es el factor que ha comenzado a traer el resultado más efectivo. Además, hay un periodo en el que estos resultados ya no pueden aparecer solo en 5 o 10 años, lo que requiere acciones más consistentes e inmediatas.

Ya sea rescatando historias o analizando el momento presente, no se puede hablar de negocios sin hablar de cooperativas. Es bien sabido que no es la primera vez que el cooperativismo se ve presionado por el mercado, así como tantas otras empresas, pero ahora las consecuencias se han vuelto más rápidas y cada vez más visibles. Dentro de esto, la intercooperación surge de la necesidad de reflexionar sobre el potencial colectivo por encima de las soluciones individuales -para viejos y nuevos desafíos- y principalmente, para estimular un sentido de oportunidad dadas las circunstancias actuales.

En aras de la supervivencia, las cooperativas, independientemente de sus ramas, deben estar constantemente atentas a lo que sucede fuera de sus muros. ¿Qué está haciendo el mercado? ¿Cuáles son las principales tendencias del momento? De hecho, comprender el contexto en el que están presentes es de suma importancia. Pero para saber a dónde ir, necesitas saber dónde estás. Y es en este sentido que el autoanálisis es un movimiento indispensable. “La cooperación efectiva es la forma en que las cooperativas pueden hacer frente a sus competidores. Aunque digo que antes de enfrentar a los competidores, es necesario que las cooperativas se reposicionen y se comparen entre sí. ¿Cómo puede la cooperativa ser mejor de lo que era ayer? ¿Cuáles son las aspiraciones, las necesidades del personal y de los cooperativistas, como cuando se creó la cooperativa y hoy?”, explica el especialista en cooperativismo, Silvio Giusti.

Por un lado, los casos exitosos ya muestran en la práctica cómo la intercooperación puede dar resultados, cuando existe un compromiso real a su favor; Por otro lado, estos mismos ejemplos refuerzan la pregunta: ¿por qué no hacer más? “En las cooperativas y en el mundo empresarial es habitual que recurramos a socios, porque no somos especialistas en todo. Tomemos nuestro caso en Unicred, donde Visa es nuestro socio de tarjetas. El trabajo entre cooperativas no puede ser diferente, si hay un tema en el que podemos ser socios y con eso, las propias cooperativas pueden acelerar avances, reducir costos y entregar más ventajas a sus socios, no hay razón para no hacerlo. Hay que fomentarlo en la medida de lo posible”, destaca el Dr. Remaclo Fischer Junior, presidente de Unicred.

A nivel mundial, son muchos los ejemplos en los que la intercooperación se ha consolidado como el camino hacia un cooperativismo sostenible desde el punto de vista de las iniciativas y en el aspecto económico. Con el aumento de la presencia física, seña de identidad del sector, los costes operativos también se multiplican. Pero, ¿realmente es esta la única opción? En los Estados Unidos, las cooperativas de ahorro y crédito tienen conjuntamente una amplia red de cajeros automáticos distribuidos por todo el país. Sin necesidad de que cada sistema cooperativo tenga sus propias cajas registradoras, se mitigan los costos eventuales, dando espacio para que los recursos se gestionen en otras áreas de mayor necesidad para la cooperativa y para los cooperativistas.

En Brasil, la situación ha cambiado con el tiempo. Todavía con una subida admirable, pero con algunos puntos a destacar. “El cooperativismo ha crecido mucho en los últimos años, especialmente a través del movimiento cooperativo. Cuando, de hecho, si hubiera intercooperación, habría una puesta en común de la resolución del dolor para productos, servicios con mayor eficiencia y con una definición más estructurada de los puntos de servicio. Hoy en día, más de la mitad de los municipios tienen una cooperativa de ahorro y crédito, pero la otra mitad no. Si hubiera un proceso de intercooperación, podríamos tener una mayor cobertura territorial y a un menor costo para las cooperativas. En este sentido, la intercooperación es necesaria, pero algún día podríamos tener otros estándares, como la cooperativa de ahorro y crédito alemana”, subraya Tiago Schmidt, presidente del Consejo de Administración de Sicredi Pioneira RS.

Actualmente, el cooperativismo brasileño impacta a 20 millones de personas, por lo que no es un negocio inexperto que comenzó ayer. Pero esto no puede impedirnos pensar más allá y explorar potencialidades que -como dice la propia doctrina- tienen mucha más fuerza en la colectividad. La intercooperación que se practica hoy en día es sólo la punta de un iceberg de posibilidades. Pero el tiempo corre. E ignorar un tema así puede ser costoso.

“No se trata de ser una cooperativa grande o pequeña. Sino más bien, la responsabilidad de las cooperativas de tener iniciativas que respondan a los socios y a los principios y valores del cooperativismo”

– JAMES SCHMIDT

UNA CONVERSACIÓN NECESARIA

En una reciente reunión realizada por el Banco Central, Harold Espínola – Jefe del Departamento de Supervisión de Cooperativas e Instituciones No Bancarias del Banco Central de Brasil – hizo un llamado a las cooperativas, buscando reafirmar la necesidad de un mayor diálogo entre el sector, de estar presentes en la intercooperación y la mitigación de la competencia malsana dentro del movimiento.

Incluso frente a las cifras que impresionan incluso a quienes experimentan el cooperativismo a diario, la percepción de que la falta de intercooperación está afectando el desarrollo se ha extendido cada vez más. Para Remaclo, son varios los factores que hacen necesario que esta práctica despegue con carácter de urgencia. Y uno de ellos refleja exactamente la fortaleza del sector en el mercado. “La sinergia que surge de la intercooperación hace que el sector avance más rápido, aumenta el potencial de cada una de las cooperativas, ya que cada una tiene sus cualidades y temas en los que están más avanzadas y, sobre todo, posiciona a la industria de una manera más fuerte”, destaca.

Además, los costes para mantener la rueda girando han sido cada vez más elevados. Y esta realidad no se restringe al cooperativismo, observándose en el mercado en su conjunto como resultado de factores internos y externos. Con el aumento de los gastos operativos, buscar alternativas que aseguren el mantenimiento del modelo actual a la vez que equilibran las cuentas del sector es un paso impostergable. Y la intercooperación, si se practica de la manera correcta, tiene la capacidad de ser la solución a este problema.

Moacir Krambeck, presidente de la Confederación Brasileña de Cooperativas de Crédito – Confebras, señala que los altos costos no solo son un problema en el futuro del sector, sino también en el presente, y dice que una sólida iniciativa de intercooperación puede ser la salida de esta realidad. Para Krambeck, buscar esta conexión y singularidad no solo tiene la capacidad de aportar equilibrio, sino también de potenciar el sector. “Será de suma importancia para el cooperativismo tener precios más competitivos. Ganaríamos mucho con la escala, y no solo con eso, sino también con la compra conjunta de productos que son comunes a las cooperativas”, dice.

Harold Espínola – Jefe del Departamento de Supervisión Cooperativa
A la luz de la advertencia del Banco Central en la reunión realizada en junio, es posible identificar posibles factores que motivaron dicha conversación. Según Giusti, la simple actitud del Banco Central al convocar al sector es una señal de alerta y reafirma la urgencia que ha adquirido el tema en los últimos meses. “Es una señal de advertencia no en amarillo, sino con un tono rojo. Ya hemos perdido mucho tiempo en “no hacer” la cooperación adecuada y no acceder a las muchas oportunidades que existen y que son reales. Incluso hay estudios que muestran los miles de reales que se podrían ahorrar, por un lado, y, por el otro, la enormidad de las estructuras que podrían reducirse”, subraya.

Con un “tirón de oreja” del máximo órgano del sector financiero, las cooperativas tienen ahora la misión de materializar todas las promesas y discursos fomentados a lo largo de los años. Al fin y al cabo, ¿cuánto tiempo puede esperar la intercooperación? “La lección que queda del Banco Central para los líderes del sector es que tenemos que salir del discurso. Es coherente, es racional. Tenemos muy claro lo que tenemos que hacer. Pero tenemos que ir al entorno de las actitudes y este es el entorno que nos está llamando. El entorno para materializar el principio de intercooperación”, añade Giusti.

OCTAVO PRINCIPIO
Al seguir utilizando la rama de crédito como un gran objeto de ejemplificación, es posible notar datos curiosos. Hoy en día, las instituciones financieras cooperativas tienen una muy buena tasa de crecimiento y van en aumento, pero quienes se han convertido en el gobernante que tira del crecimiento de la cartera nacional siguen siendo los bancos digitales. ¿Y eso qué significa? Que analizar a la competencia y reconocer su alcance también debe ser parte de las estrategias.

Durante el 4º Foro Integrador de Confebras, realizado en agosto, Harold Espínola sacó a la luz este hallazgo en su conferencia. “El crecimiento de las instituciones digitales relevantes se da de manera orgánica, de un cliente a otro, haciendo lo que siempre han hecho las cooperativas, pero haciéndolo de una manera más asertiva, sabiendo exactamente qué decir y qué ofrecer para que este cliente construya una visión positiva de la marca”, señala.

Es muy difícil hablar del sistema financiero sin recordar al menos el caso Nubank. Institución que en 10 años alcanzó los 80 millones de clientes solo en Brasil, convirtiéndose en la cuarta institución financiera más grande del país. Y como enfatizó Espínola, de manera orgánica. En el caso de las cooperativas, una solución para igualar este alcance sería aumentar la tasa de “explotación” de los cooperativistas que ya forman parte de ese negocio. “Hay un problema de endomarketing, de perder oportunidades en casa, y hay un problema de comercialización en el exterior porque, puedo decir, hay poco conocimiento del cooperativismo por parte de los agentes con poder de decisión. Este es un problema del sistema, no del sistema A o del sistema B”, advierte Harold, también en ese momento.

El cooperativismo nació con el poder de convencer su viabilidad y es precisamente comunicarlo a sus miembros, nutriendo positivamente sus experiencias, lo que asegurará la continuidad de este gran negocio. “Cuando recibo menos de lo que espero, empiezo a darme cuenta de lo que otros también me están ofreciendo. Incluso puedes ofrecerlo, pero si no me doy cuenta, para mí es negativo. Y si me voy, recuperarme es mucho más difícil”, agrega el representante del Banco Central.

Pero, ¿qué pasa con la intercooperación en esta historia? Es a través de ella que los agentes cooperativos alcanzarán efectivamente otro nivel. “La comunicación tiene un papel muy importante que debe ser analizado con otros ojos por las cooperativas. Proyectos que son iguales, por ejemplo, pero que reciben nombres diferentes siendo el mismo proyecto, terminan dificultando la comprensión y comprensión de la población. Cuanto más aceleremos la estandarización de algunos nombres en el mercado, mayor será la comprensión de la población”, dice Tiago Schmidt.

Tanto para ganar nuevos miembros y expandir el movimiento como para hacer frente a la competencia en pie de igualdad, la intercooperación se ha vuelto inevitable. El famoso “as bajo la manga” que todo modelo de negocio busca. Sin embargo, es necesario cuestionar la posición actual, así como las decisiones que se toman y, sobre todo, las acciones que no se están tomando.

Toma de decisiones, comunicación e intercooperación. Los tres factores que se han convertido en el denominador común del progreso de las cooperativas. Es hora de dejar de lado los paradigmas y comunicar de verdad antes de comunicarse. “Contamos con iniciativas como los Diálogos de Intercooperación (debate que se realiza en el marco de CoopTalks Crédito, realizado anualmente por MundoCoop), que promueven este movimiento y tienen la intención de conmover y conectar a líderes que buscan la intercooperación, para que se puedan crear espacios donde se puedan analizar oportunidades reales con profesionalismo”, dice Silvio Giusti.

“Te guste o no, la intercooperación invariablemente ocurrirá”

– MOACIR KRAMBECK

INTERCOOPERACIÓN EN LA PRÁCTICA
Se esboza la realidad del mercado. Así como la urgencia de una actitud intercooperativa. Pero, ¿por dónde empezar?

En la conversación, Silvio Giusti relata que los datos del Sistema OCB revelan que efectivamente existe una intercooperación entre las sucursales, pero que, en su mayor parte, es solo de alrededor del 15 al 20%. En otras palabras, hay un universo de oportunidades por explorar. “Tenemos casos aislados, pequeñas o grandes iniciativas. Pero realmente necesitamos convertir esto en un problema sistémico. La intercooperación es un principio y no debe tratarse como una opción. La cooperativa, en la fase de cooperación, a veces no hace lo que se debe hacer y entonces ya es un error”, dice.

Moacir, a su vez, reafirma que el movimiento tiene todo lo que necesita, en los más diversos sistemas. “¿Por qué no analizamos lo que tenemos y lo hacemos posible para todos los cooperativistas? Miembros de la cooperativa que compran productos y servicios de los miembros de la cooperativa. Es urgente que se tomen medidas urgentes, de lo contrario el proceso no será por amor, sino por dolor”, concluye.

Internamente en las cooperativas, la intercooperación debe ser algo más que una idea perpetuada, convertirse en una acción concreta, y esto implica necesariamente cuestiones estructurales. La creación de áreas responsables de la intercooperación debe ser algo estratégico y este escenario implica el papel de los líderes, que deben ser conscientes de esta necesidad. “Cuanto más los líderes transmitan este comportamiento con los empleados, más los empleados, en el gran papel que tienen como educadores de los asociados, también estarán promoviendo la expansión de este conocimiento y, de manera natural, esta interrelación entre las diferentes cooperativas. En la misma plaza, se vuelve mucho más agregante que competitivo”, agrega Schmidt.

Sistemáticamente, esto debe seguir el mismo supuesto. Silvio agrega que este debate no puede ser eventual y para que haya una transición, es necesario que haya una agenda que estimule el diálogo entre las distintas ramas del cooperativismo, que involucre a los líderes para que se dediquen y estudien estratégicamente la intercooperación. Complementando el tema, Tiago Schmidt señala que esta relación más estrecha también será un paso importante a superar. “No es posible cooperar si los actores del cooperativismo no se conocen. Entonces, en este punto creo que es muy importante. En primer lugar, regulando el mercado. En segundo lugar, ampliando el número de miembros y la base empresarial de las cooperativas. Y tercero, porque con este movimiento, cada vez más personas se conocen y con ello, la tendencia es que estemos cada vez más cerca de un proceso más maduro y eficiente de intercooperación entre cooperativas y sistemas”, concluye.

“Independientemente de que las cooperativas estén o no preparadas para el nuevo mercado que se está diseñando, quiero insistir en la idea de que, si se vincula fielmente a su esencia, hay una enorme posibilidad de que la cooperativa sea relevante y tenga garantizada su continuidad y sostenibilidad”

– SILVIO GIUSTI

RESCATE DEL MOVIMIENTO
No importa el tamaño o el campo de actividad, todo lo que sucede en una cooperativa tiene un impacto en el cooperativismo. Para bien o para mal. Si existe la posibilidad de ampliar la dimensión de la primera opción, no hay razón para no hacerlo realidad. Pero tomárselo en serio, casi literalmente, es esencial. La intercooperación no es solo una asociación, es el futuro.

Por encima de las vanidades individuales, la elección del modelo cooperativo debe ser legítima para quienes van a entrar en este negocio y para quienes ya están en él, actuando con un nombre en clave tan fuerte e importante. “El cooperativismo duerme en una espléndida cuna sostenida por su filosofía. Pero no es solo la filosofía lo que vive la humanidad, sino también las actitudes dirigidas a la calidad de vida. Es necesario dejar de exagerar la valoración de las instituciones, siempre serán la consecuencia”, dice Moacir Krambeck.

Para que los resultados de una intercooperación efectiva se materialicen, es necesario pensar más allá, poner las palabras en práctica y comprender que solo a través de este nuevo modo de acción se asegurará la longevidad del movimiento en su conjunto. Ni de uno ni de otro, en su conjunto.

A partir de este movimiento, el sector tiene la capacidad de expandir su actividad con una estructura más concisa y construida a partir de las aportaciones de cada sistema y rama. “Además, ¿cuánta convergencia, calidad y racionalidad de la mejora de los procesos podría venir a través de la intercooperación? ¿Qué significa eso? Significa eficiencia operativa, eficiencia de su propio propósito. De eso estamos hablando y esta alerta busca hacernos salir de las zonas de confort de acción para dinamizar nuestro sector, tan relevante dentro del contexto nacional”, concluye Silvio.

A partir de ahora, el tratamiento que se le dé a tales comentarios por parte del Banco Central, y tantas otras razones para apostar por la intercooperación, definirán hasta qué punto puede desarrollarse el cooperativismo. Corresponderá al propio sector elegir si responde a la convocatoria, o tratarla como un tema más sobre la mesa. Cualquiera que sea la elección, un hecho es claro: las decisiones y acciones que se determinen hoy serán el punto de inflexión para todas las cooperativas. Les guste o no.

“Hoy en día, los líderes de las cooperativas han entendido la importancia y las grandes ventajas de la intercooperación. La tendencia es que este proceso esté cada vez más presente y en temas cada vez más relevantes”

– REMACLO FISCHER

 

 

 

Fuente: Confecoop  https://mundocoop.com.br

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