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 dic. 04, 2018

La igualdad de género es fundamental para la economía

Las mujeres han tenido un papel histórico en las cooperativas. Trabajan con dedicación en todos los sectores del cooperativismo, contribuyendo de diferentes maneras, incluso como administradoras.

“Sin igualdad de género, no podremos superar los desafíos globales que enfrentamos actualmente en todo el continente americano”, comentó Graciela Fernández, presidenta de la Alianza Cooperativa Internacional para las Américas (ACI-Américas). La frase de la dirigente cooperativista uruguaya refleja muy bien la necesidad de incrementar la participación de las mujeres en el mundo de los negocios, y también en la política.

De hecho, ese fue el tema del Seminario Internacional de Género y Cooperativismo, realizado el pasado martes 27 de noviembre por el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA) y la Organización de las Cooperativas Brasileñas (OBC) en la Casa del Cooperativismo en la ciudad de Brasilia, el que contó con la participación de Graciela, de líderes del sector de los agro-negocios en América Latina y de responsables de las políticas públicas de promoción de la mujer de dentro y fuera de Brasil.

Según Graciela, la presencia de mujeres en los organismos internacionales las incentiva a continuar militando, luchando como líderes cooperativistas, para que su opinión también sea tomada en cuenta porque sí son competentes para liderar y para desempeñar cargos políticos.

- ¿Cómo ve la cuestión de la igualdad de género en América Latina? ¿Y en el ámbito cooperativo?

La ONU viene realizando una tarea muy importante para disminuir este tema de la desigualdad entre hombres y mujeres. Estamos totalmente convencidos de que con la Agenda 2030 de la UNO vamos a trabajar juntos, a través de políticas públicas que nos permitan superar ese problema. Con el esfuerzo conjunto entre los representantes del Estado, de la sociedad y, específicamente del cooperativismo y de las organizaciones de la economía solidaria y, más precisamente, de la agricultura familiar, podremos poner en práctica el quinto objetivo de desarrollo sostenible que se refiere a la igualdad de género. Sin igualdad de género, no podremos superar los desafíos globales que enfrentamos actualmente en todo el continente americano, y en particular en el cooperativismo de las Américas.

- ¿Cuál es el papel de las mujeres en las cooperativas? ¿Qué contribuciones pueden realizar en particular para el crecimiento del modelo empresarial cooperativo?

Las mujeres han tenido un papel histórico en las cooperativas. Trabajan con dedicación en todos los sectores del cooperativismo, contribuyendo de diferentes maneras, incluso como administradoras. De ese modo, las mujeres han conseguido aportar mucho al desarrollo de las cooperativas de las que forman parte. Ahora, cuando decimos que el cooperativismo es una herramienta de promoción de la igualdad de género, a través de la alianza con otros sectores, y, también con sus consumidores, estamos afirmando que el papel de la mujer es muy importante, porque su consumo es bastante significativo para la economía. Este es un tema que ha sido debatido como se debería. En el cooperativismo debemos apostar al consumo de la mujer, a los productos que ella consume y a cómo ese consumo se refleja económicamente y de forma global en todos los sectores de nuestro negocio.

- ¿Qué significado tiene para el movimiento cooperativo el hecho de que una dirigente mujer se encuentre al frente de una organización de representación internacional?

Ya hace más de 20 años que me dedico a la promoción del desarrollo del cooperativismo en el Uruguay, como parte de una organización histórica, responsable de la organización del cooperativismo de nuestro país: el Centro Cooperativista Uruguayo. Toda la base de nuestro trabajo son los principios y los valores cooperativos, por lo que nuestra actuación ha tenido el objetivo de ofrecer, principalmente, asistencia técnica y educación cooperativa a nuestras bases. En el Centro Cooperativista Uruguayo creemos que la mujer puede y debe alcanzar posiciones de destaque en organismos políticos, como por ejemplo en ACI-Américas, porque cuando eso ocurre le estamos mostrando a todas las demás mujeres cooperativistas que es posible hacer mucho más, de manera global. La presencia de las mujeres en organismos internacionales incentiva a que todas continúen militando, luchando como líderes cooperativistas, para que su opinión también sea tomada en cuenta porque sí son competentes para liderar y para desempeñar cargos políticos.

- Y cuándo miramos al cooperativismo de América Latina en general, ¿cómo evalúa el escenario actual, considerando las oportunidades y desafíos que presenta? 

En este momento, América Latina vive un periodo complejo desde el punto de vista social y económico. También estamos frente a incertidumbres importantes desde el punto de vista económico, cambios en materia política y riesgos para la democracia. Eso ocurre en una región en que vemos muchos jóvenes y mujeres en situación de desempleo y donde somos testigos de un retorno a la informalidad, de forma considerable, sobre todo en esos dos sectores de la población. Este contexto presenta desafíos importantes al cooperativismo porque estamos constatando que en las Declaraciones de las Naciones Unidas son varios los líderes que destacan que la salida está en un trabajo social, que incluya al cooperativismo. Solo a través del cooperativismo podremos tener paz y mantener la democracia en todos los países. Nuestro modelo económico tiene, en su propia génesis, ese factor esencial que es la cooperación.

Por eso, creo que estamos viviendo un momento muy complejo desde el punto de vista de la historia del cooperativismo. En el pasado atravesamos guerras mundiales y, actualmente, estamos celebrando los 70 años de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, con un cooperativismo que se mantuvo ileso y continuó activo. En los últimos años atravesamos crisis financieras y económicas realmente importantes y seguimos de pie, porque nuestro propósito es el bienestar de las personas.

Debemos seguir trabajando unidos, sumando, bajo el paraguas de la colaboración y de la cooperación. Por eso, queremos fomentar la inter-cooperación, que es un desafío importante, más allá de las redes de negocios. Percibo que el cooperativismo no está utilizando todo el potencial que realmente posee. Estoy segura de que podemos ser más, sumar, aprovechar el trabajo en redes de negocios y de resultados.

 

Fuente: Sistema OCB / Traducción propia

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